La eyaculación precoz es uno de los motivos de consulta más frecuentes con las que me suelo encontrar. Quizás te sientas frustrado porque pienses que es algo que no suele ocurrir normalmente, pero tengo que decirte que no es así. Lo que si ocurre es que no es un tema del que se suela hablar abiertamente en nuestro círculo de amigos y familiares.

Cuando ocurre por primera vez se experimenta un alto nivel de frustración y se genera la inquietud de que vuelva a ocurrir porque no llegas a detectar la causa de esta situación, y por tanto, ¿cómo haces para que no vuelva a ocurrir?.

En muchas ocasiones se intenta restar importancia a lo ocurrido, pero si vuelve a repetirse en el siguiente encuentro sexual, la inquietud empieza a sentirse más como un miedo. Si continúa ocurriendo es probable que, como mecanismo de defensa ante la frustración tras esta situación, y de manera casi inconsciente, vayas perdiendo el deseo sexual. Si no hay deseo, hay menos probabilidad de verte expuesto a la situación que tanto temes.

Lo primero que has de saber es que la eyaculación precoz (en casi la totalidad de los casos) no se debe a un problema fisiológico, ni a un mal funcionamiento de tu cuerpo. Los factores que suelen estar detrás son: la ausencia de una educación sexual (y por tanto un insuficiente conocimiento del funcionamiento de tu respuesta sexual) y la desconexión en un momento dado con tus sensaciones corporales (bien por nervios, la aparición de un pensamiento negativo, algo que te preocupa, etc.), lo cual te hace perder el control.

[bctt tweet=»Cómo evitar la eyaculación precoz con terapia» username=»rocioalgarin_»]

Si quieres saber cómo evitar la eyaculación precoz, recomiendo trabajar desde la terapia a tres niveles:

• Por un lado la parte más física: si haces ejercicios para tonificar y fortalecer otros músculos de tu cuerpo, ¿por qué no entrenar también la musculatura que interviene en el funcionamiento sexual? Aprenderás una serie de ejercicios con los que conseguirás tal objetivo y además experimentarás de manera más consciente (y no tan automática como probablemente estas acostumbrado) las sensaciones que provoca en tu cuerpo la exposición a un estímulo sexual y cómo jugar con tu nivel de excitación a través de estas sensaciones para no llegar al punto de no retorno (cuando la eyaculación ya es inminente y, hagas lo que hagas, no puedes controlarla) hasta que tu lo desees.
• Por otro lado, la parte cognitiva: en este sentido analizaremos los pensamientos que te generan ansiedad, las creencias que están en la base de estos pensamientos, los mitos sobre sexualidad que has integrado como ciertos…
• Y como tercer punto, la parte emocional: cómo gestionar la frustración y la inseguridad que has ido acumulando debido a la aparición de este problema, si ha dañado la autoestima, si ha generado conflictos con la pareja, etc

Es un proceso muy interesante en el que aprenderás a conocer y controlar mejor tu cuerpo y su funcionamiento, te sentirás más seguro, con más libertad y opciones para disfrutar plenamente en este sentido y que indudablemente mejorará la calidad de tu vida sexual.