«Llega un momento en tu vida en que descubres que algo va mal y lo dejas pasar, tratas de seguir con ella sin cambiar nada pretendiendo que todo empiece a ir bien por sí solo, confiando en que mejorará sin tu parte de acción. Pero el momento crítico, es aquel en que descubres que tú sólo te has encerrado en una vida que no es la tuya y te has encargado de cerrar bien la jaula y lanzarla al mar. Sabes que tarde o temprano el aire se acabará, y entras en pánico. Es justamente en ese momento en el que me decidí a visitar la consulta de Rocío, porque precisamente necesitaba que alguien viera todo desde fuera, me dijera que hay algo más allá, y sobre todo que la llave de la jaula la tenía YO en el bolsillo y SÓLO yo podía liberarme.

En definitiva, Rocío, ahora mi amiga, supo darme de forma magistral ese «empujoncito» y supo hacer que lo hiciera yo, convencido de lo que hacía y con la ilusión por bandera. Hay momentos en los que creo que la única posibilidad es precisamente saltar al vacío, hacer lo que hay que hacer, y es justo en esa circunstancia en la que necesitamos que un profesional nos ayude a verlo, a discernir nuestro potencial, a concentrar esas fuerzas que creíamos que ya no teníamos y con nuestras identidad por delante ( imprescindible ser uno mismo ) VIVIR nuestra vida, que es sólo nuestra y tiene un valor incalculable.
Ahora que sonrío y vivo, además de respirar, cada segundo, agradezco cada día el trabajo de Rocío y me alegra enormemente haber sido resuelto, tomar la decisión necesaria y actuar. Mi consejo: no lo retrases ni un minuto más. Tu momento es AHORA, y tienes unas gran ayuda a tu alcance, si, como yo lo estaba, te sientes perdido».